Si estás en la menopausia o en la perimenopausia ten presente los siguientes consejos.
Antes de iniciar una rutina de ejercicios, una persona de edad debería primero realizarse ciertos exámenes y evaluaciones sobre su estado de salud.
Esto no sólo ayudará a la hora de diseñar un programa de ejercicios adecuado para cada individuo, sino también ayudará a poner de relieve los posibles problemas de salud que pueden necesitar atención especial al elegir el tipo de rutina de ejercicios para incorporar en el programa de ejercicios.
Observarse
La actividad física puede ser un reto para las personas de edad avanzada y esto es especialmente cierto si la actividad es exigente.
No es raro observar la presencia de enfermedades como las condiciones de exceso de peso, la presión arterial alta, las enfermedades del corazón, el deterioro de los huesos y otras condiciones que pueden no ser tan visibles debido principalmente a la falta de ejercicio.
Por lo tanto, para aquellos que no son entusiastas del ejercicio, hay una necesidad aún mayor de seguir cuidadosas instrucciones sobre el ejercicio a realizar, comenzando siempre por realizar sesiones de pre-calentamiento, acompañadas de sesiones de estiramiento.
Es muy importante que las personas mayores tengan suficiente resistencia y flexibilidad para realizar las tareas cotidianas.
También es importante recordar, que es imprescindible que se hayan realizado las evaluaciones médicas adecuadas antes de recomendar cualquier régimen de ejercicio para una persona mayor.
Sin esta importante etapa de evaluación, muchos al comenzar cualquier régimen de ejercicios, comenzarían a experimentar dolores en el pecho, falta de aire, problemas cardíacos, problemas óseos y articulares, mareos y niveles elevados de presión arterial si la rutina que se realiza no es la adecuada para las aptitudes físicas de esa persona.
Cuando esta etapa se ha llevado a cabo correctamente y, a continuación, las rutinas de ejercicios se han diseñado para adaptarse a las necesidades de cada individuo estos problemas no suelen ocurrir.
Actividades como la natación, el baile, montar en bicicleta y las actividades más ligeras como caminar, ayudarán a crear la interacción social que la mayoría de las personas de edad avanzada no encuentran en sus vidas.
Esta interacción social puede actuar como un buen factor de motivación para mantener el programa de ejercicio, incluso cuando los resultados hacia el exterior no parezcan ser evidentes.
Ejercicios sencillos de estiramiento y rutinas de aeróbicos ligeros son también otras formas de ejercicios buenos y beneficiosos para las personas mayores.
Otro aspecto importante al que se debe dar la debida consideración sería el uso de equipos y vestimenta que estén diseñados para ajustarse a las necesidades particulares de cada individuo.
Ropa cómoda y zapatos apropiados deben ser parte del equipo de ejercicio.
Esto es esencialmente importante para disminuir las posibilidades de lesiones durante y después de los entrenamientos.